Las viejas sillas que ya no queremos pueden tener una segunda vida como peculiares macetas o jardineras de exterior. Una ingeniosa idea de reciclaje que ayudará a dar un toque colorista y original a nuestro jardín.
Vía Indulgy y Bottosblog
Las viejas sillas que ya no queremos pueden tener una segunda vida como peculiares macetas o jardineras de exterior. Una ingeniosa idea de reciclaje que ayudará a dar un toque colorista y original a nuestro jardín.
Vía Indulgy y Bottosblog